Elementos de salvación.



No somatices, querida desventura. No te asustes porque todo es demasiado, porque se acaba, porque todo tiene una íntima relación. No te sientas desganada, no bajes los brazos, no te disculpes y no juegues sin antes pensar que no. No confíes en tus años, no llores sin que sea necesario y no limites tu opinión. No me mires si no lo sientes, no escuches si no te conviene y no hables si es poco lo que dices. Nunca te desvaríes, respeta el momento y juzga solo si hará mejor.

No te desvalores, querida amargura. Aprende a regalar amor, reciclar olvido y pedir perdón. No incluyas todo en el todo, no hagas nada por nada y no vincules cosas sin razón. Espera que el semáforo te avise. Rojo, amarillo y verde. No te quedes detenida si ya cambio de color.

No cierres círculos. La vida no funciona a través de compuertas, dolores aislados, etapas. Hace poco aprendí que nada de eso servía, no es así como la vida para mí funcionó.

No termines nunca aquello que empieces. Sal a tu ventana, mira el mundo y termina lo que el viento te sople por más que cueste. No olvides que hay días en los que no hace calor. No te pierdas, ni te encuentres, ni te expliques porque nada de eso te dirá quien eres ni quien serás hoy.



No te preocupes, querida aventura....


Los ojos se cansan, la cara se arruga y la mente se calla sin razón.


No dejes que no lata el corazón.



No dejes de respetarte.



No te dejes.



No me olvides.



No?






joaco.

1 comentario:

Emilia Gutiérrez dijo...

Hermoso. Simplemente hermoso.