Elementos de salvación.



No somatices, querida desventura. No te asustes porque todo es demasiado, porque se acaba, porque todo tiene una íntima relación. No te sientas desganada, no bajes los brazos, no te disculpes y no juegues sin antes pensar que no. No confíes en tus años, no llores sin que sea necesario y no limites tu opinión. No me mires si no lo sientes, no escuches si no te conviene y no hables si es poco lo que dices. Nunca te desvaríes, respeta el momento y juzga solo si hará mejor.

No te desvalores, querida amargura. Aprende a regalar amor, reciclar olvido y pedir perdón. No incluyas todo en el todo, no hagas nada por nada y no vincules cosas sin razón. Espera que el semáforo te avise. Rojo, amarillo y verde. No te quedes detenida si ya cambio de color.

No cierres círculos. La vida no funciona a través de compuertas, dolores aislados, etapas. Hace poco aprendí que nada de eso servía, no es así como la vida para mí funcionó.

No termines nunca aquello que empieces. Sal a tu ventana, mira el mundo y termina lo que el viento te sople por más que cueste. No olvides que hay días en los que no hace calor. No te pierdas, ni te encuentres, ni te expliques porque nada de eso te dirá quien eres ni quien serás hoy.



No te preocupes, querida aventura....


Los ojos se cansan, la cara se arruga y la mente se calla sin razón.


No dejes que no lata el corazón.



No dejes de respetarte.



No te dejes.



No me olvides.



No?






joaco.

El curioso


Por querer saberlo todo, bebí la sabiduría de un solo sorbo. El problema fue que el gusto que me trajo fue el orgullo y la decepción, ahora mi búsqueda había terminado, me preguntaban y yo respondía, pero ya no tenia curiosidad, sabia lo que pensaban todos de mi, algunas cosas no me agradaron, y otras me conmovieron bastante. Pero como no podía encontrar a nadie tan sabio, termine por quedarme solo, y olvidado. Las cosas pasaban y la emoción del momento se había esfumado como una enorme burbuja de jabón. Por eso bebí otra copa ante el dolor de sentirme tan sabio, bebí la ignorancia y no paré ningún momento de equivocarme, ya no tenia ninguna respuesta y se sentía, por un lado, más cómodo que llevar el peso de la verdad sobre mis hombros. Pero esa copa me volvió desconsiderado, necio y bastante tonto.

Por un simple error de ignorante me bebí la copa de la humanidad, y me volví un hombre, ni sabio ni ignorante simplemente sin identidad, un perfecto equilibrio de dolor y alegría. Algo acertado a veces y algo tonto de vez en cuando. Por eso, al volverme humano me enamoré.

tan pequeña.

Quiero volver sobre mis pasos



y ver donde te he dejado



porque hoy toque mis bolsillos



y tu en ellos no has estado.







Sentimentalismos de vejez,




lo sé,




he perdido años tan rápido




que he festejado los cumpleaños




en múltiplos de diez.








Y estoy despierto.




Consumido,
quemado,
fundido
y pertrecho.




Apenas he soportado



estos largos ciclos de dicha y de despecho.







Y la cañería


solo gotea




blup




blup




blup




blup





parece que grita




parece que te espera.

el corazón apunta hacia el norte.



El pájaro extiende sus alas por sobre la acera. Se desplaza en la corriente, como si ya sus alas no sirvieran, y se pierde a lo lejos. Lejos se va, porque lejos queda su hogar. La acera lo despide. Le pregunta si recuerda donde su hogar está. El pájaro no responde. No sabe la respuesta. La acera le ofrece su mano, pero el pájaro se irrita, y entre tanta confusión, pierde altura y cae. Y su hogar todavía esta lejos.

Levanta los ojos al cielo y se agobia. La acera se acerca, y le pregunta porque la rechaza. El pájaro no responde. Tampoco sabe la respuesta.

Y llega a ella.




- ¿Cómo irás a un lugar al cual no sabes llegar?




- ¿Ves esto?



El pájaro apunto a su pecho.



- ¿Qué es eso?



- Es una brújula.



- No sabía que las brújulas eran invisibles.



- Bueno, no. De hecho, esta brújula esta escondida bien adentro mío. Nunca una brújula te dirá como llegar. Sino hacia donde tus alas apuntarán. Y allá, en el horizonte incansable al cual esta brújula apunta, confiaré en que algún día, llegue a mi ansiado hogar.



- Pareces confiar en esa brújula.



- Lo hago. Se que no falla.



- ¿Cómo lo sabes?



El pájaro sonrió y lentamente se incorporó sobre sus pies. Sus alas volvieron a extenderse, y el crepúsculo lo invitaba ya a partir. Se dio media vuelta y miró aquella acera atónita, y lentamente le dijo:



- Nunca lo comprenderás.







joaco.

Control de la vida y la muerte


Tengo derecho de mí vida,
Pero no se si de mi muerte
Es el tiempo del presente,
Tan fácil de hallar ausente

Siendo niños no somos nuestros
Siendo de los padres que nos trajeron
Siendo jóvenes tampoco
Somos del amor que ata.

A su ves siempre somos esclavos
De la sociedad, de los demás
Vivir de apariencias, disfraces
Somos una de muchas fases.

Yo, o mi historia,
Quién soy fuera de la memoria
No existo fuera del espejo
La realidad estuvo muy lejos.

Puede que la realidad sea todo
Todo el recuerdo de las personas
Pero no hay manera de conocerlo
Ni a; propio ni del mundo entero.

Si decides matarte
Ten algo bien seguro
Tu vida, lo que te dieron
Es algo que alguien te quita.

Es entonces que tenemos control
La vida y la muerte, o sólo la vida
Capaz ninguna de ambas
Creerlo, será como lo recuerdes.

¡Salud!


Levanten sus copas
Cargadas de vino
Beban a la salud
De un buen destino
Reunidos ante el altar,
Sus voces, quiero oír

El triunfo hagan brotar
En el tiempo de celebrar
Levanten las pesadas cadenas
Ya no las tendrán que cargar

Vuelvo a la realidad
Copas vacías levantan
No bebe, sienten sed
No hay por qué brindar
Levanten sus pesadas cadenas
Por la eternidad las llevarán

Cuánto es el futuro...
Para poder mirar el presente

El cristal se rompe,
De rojo el suelo se tiñe
El brindis ha finalizado




Fue uno viejito pero que me gusta mucho... de esa época de mi vida cuando escribia poemas

El cronopio de las tardes.

DIA 1

Hoy te vi y creo.

Creo que existe
creo porque veo.

El amor, creo.
No se ve, pero
si lo creo.

Te veo a ti.
En ti creo.

Al amor que no veo.

Creo, creo.

Lo veo y lo creo.



DIA 2

Te mentiría al decirte
que no cambiaste
completamente mi
dirección.

Tus ojos saltan en
mí,
salta mi
corazón.

Aunque tu no me ves
y no me dices adiós.

Tu cambias el
sentido;
eres tu la excepción.



DIA 3

¿Donde guarda él
eso que te tiene sin
respiración?

¿Porque él puede hacer
lo que no hago yo?

Y tu buscas las respuestas
adentro de ese bolso
sacando polvos
en los que escondes
tu cara,
y ese adiós
que no me diste.

Tu rostro se
convierte blanco.

El te prefiere
así.

El hace cosas que
no creo
son buenas para tí.

Y estas tan pálida
que te confundes

en la niebla

en este frenesí.



DIA 4

Y hoy vienes a
romper el esquema.
El ya no sabe
como le gustas.
Y tu ya no
sabes en que maquillaje
están sus dilemas.

Giras hacía mí.

-ay-

Tu sabías que
era yo el único
que te quería.

Mencionas ese
adiós como
una posible salida.

Y yo abro mis
puertas.

Te espero.
con sueño.

Tu alma dolida.



DIA 5

Tus pieles me
responden.
Y nada de lo que
veo ya importa.

No es que ya no crea.

Tu tacto se ha
vuelta una
carta ganadora.

Y no es que este
decepcionado

-de verdad-

esta habitación
se ha grabado
en mi pecho
hasta la eternidad.

Pero mi dirección
ha vuelto a cambiar.

Y me di cuenta
cuan importante
aquel maquillaje era.

Tapaba los disgustos
de una relación
que no sería

duradera.



DIA 6

(...)



DIA 7

Un día
se esfuma
para siempre.

Pensé en ti
y sentía
que yo creo cosas
que ahora no entenderías.

¿Acaso intentarías
comprender?

Sería demasiado
de todas maneras.

Que

-a estas alturas-

yo, el y tú
sinceráramos
esta temible red
de hipocresías.



DIA 8

Hoy no suenas por
el teléfono.

Tienes suerte.

Te mantienes
concentrada
para poder
perderme.

Intentando
dejar

-nos-

en habitaciones
a la vuelta
de la esquina.



DIA 9

Y me destrozas.

Estoy implorando
una suerte
de derrota.

Porque me niego
a no pensarte.

Y maldigo
por horas
cuanto tardarás en
disculparte.

Me ganas
como premio
del desastre.

Tu tacto
ya perdió
su encanto dominante.



DIA 10

Lo creo
y no lo veo.
Creo en ti
y no te veo.

El amor
no se ve
ni menos
mi despecho.

Creo que te perdí.

Creo, creo.

Creo aún.

Ya no te veo.

Pero creo en ti.


Yo te amé,



creo.






joaco.