"La idea"


Fue hace mas o menos 4 días, que recordé algo que se me había perdido. La “idea”, no era una idea cualquiera, era de esas cuando decimos “tengo una idea”, y venia acompañada de los mejores momentos, a pesar que luego tengas que limpiar el desastre que provocó tu idea si era de una de esas en que te pones a hacer “experimentos” con la pasta de dientes y la espuma de afeitar de tu papá.

En el pasado, mi niñez era muy común tener este tipo de maravillosas ideas, pero como yo, había dejado de ser la niña de pelo cortito hasta los hombros y cara de manzanita, no tenía más ideas de este tipo. Fue en mi viaje, cuando me fui a visitar a mis primitas, estábamos jugando un juego de mesa, y de repente tuve la “idea”, de jugar a algo que parece que hasta ellas habían olvidado, el tradicional juego de la escondida. Mi propuesta fue completada por ellas, que me hicieron recordar las reglas para jugar a la escondida, que yo, ya había olvidado. Me tocó esconderme y el típico lugar donde me escondía de pequeña vino a mi mente, como retrocediendo los años y desafiando el tiempo, la bañadera, pensé.

Corrimos por la casa, y nos escondimos, conté de nuevo sin estar en una clase de matemáticas, y me entusiasme como una niña que espera a que la encuentren, escondida, con la emoción en el pecho y las piernas preparadas para salir corriendo en caso que abran la cortina de la bañadera.

Pero lamentablemente la escondida se acaba, y a uno, terminan por encontrarlo, el juego concluye y solo queda el haber jugado en la memoria. Les pregunté cuando terminamos, hace cuánto que no jugaban ese juego, y ambas me dijeron que hace años y qué no se acordaban lo divertido que era. Tal vez el mundo cambio mucho desde que yo era chica, y ahora menos niñas juegan a la escondida y tantos otros juegos de esos que eran parte de la frase “tengo una idea”. Por qué, me pregunté para mis adentros en ese momento, no entiendo que cada vez, nuestros niños tengan menos “ideas”.

No hay comentarios: